OMEGA 3 PARA UNOS OJOS SANOS

Puede sonar extraño, pero tus ojos pueden sufrir sin la cantidad adecuada de grasa. Los ácidos grasos Omega 3 son nutrientes vitales para el funcionamiento normal y la producción de los componentes del cuerpo, específicamente músculos, órganos, células y nervios.

Los ácidos grasos son necesarios para ayudar en la regulación de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la coagulación adecuada de la sangre. Los ácidos grasos esenciales (AGE) son, como su nombre indica, esenciales para la dieta porque el cuerpo no puede producirlos. Para mantenerse sano, necesitas obtener estos ácidos grasos a partir de fuentes de alimentos. Nos vamos a centrar en dos tipos de AGE: omega 3 y omega 6. Los ácidos grasos omega 3 son conocidos por beneficiar a los ojos e incluyen ácido alfa-linolénico (AAL), ácido docosahexaenoico (ADH) y ácido eicoapentaenoic (AEP).
El papel del Omega 3 en el desarrollo de la vista
Muchos estudios clínicos indican que los ácidos grasos omega-3 son necesarios para el desarrollo de la vista de un niño. El ADH está presente en la leche materna y también en las leches para bebés. Según un estudio publicado por la revista Pediatrics, los niños prematuros y alimentados con fórmulas suplementadas con ADH demostraron un desarrollo de la visión mucho mejor a los 2 y 4 meses de edad. Estos datos se compararon con neonatos similares que recibieron fórmulas sin ADH. La cantidad adecuada de ácidos grasos omega 3 en la dieta de una mujer embarazada es también importante para el desarrollo normal de los bebés.
Beneficios del Omega 3 para un ojo adulto
Los adultos, como los niños, se pueden beneficiar significativamente de un consumo adecuado de omega 3. Los estudios sugieren que el omega 3 ayuda a proteger los ojos de los adultos de enfermedades como el síndrome del ojo seco y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). El omega 3 también puede disminuir el riesgo de presión intraocular alta (PIO), reduciendo así el riesgo de glaucoma.
En un estudio de 2008, los sujetos que consumieron pescado azul una vez a la semana demostraron la mitad de riesgo de la degeneración macular húmeda, en contraste con aquellos que nunca comían pescado azul en absoluto. En otro estudio, esta vez realizado por el Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos durante un período de 12 años, los participantes que tuvieron la más alta concentración de omega 3 en su dieta eran un 30 por ciento menos probabilidades de desarrollar degeneración macular.



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