DISTROFIAS CORNEALES

La córnea está
hecha de cinco
capas:
- El epitelio, la capa protectora y más exterior de la córnea.
- La membrana de Bowman, una segunda capa protectora y resistente.
- El estroma, la capa más gruesa de la córnea, compuesta de agua, colágeno fibras y otros tejidos conectivos que fortalecen esta estructura y la hacen transparente y flexible.
- La membrana de Descemet, una capa protectora interna, fina y resistente.
- El endotelio, la capa más interior compuesta por células que bombean el exceso de agua fuera de la córnea.
SÍNTOMAS
Las distrofias
corneales pueden
presentar distintos síntomas dependiendo del tipo de distrofia.
Puede
darse desde una
falta de síntomas hasta una
opacificación de la córnea debido
al material acumulado en la córnea, que provoque una pérdida
de visión o visión
borrosa.
En muchos casos, también se puede sufrir una erosión
corneal,
en la que el epitelio, la capa más exterior de la córnea, no se
pega correctamente a la siguiente capa, la membrana de Bowman. Las
erosiones corneales provocan dolor
ocular,
que puede ser suave o agudo, sensibilidad
a la luz y sensación
de cuerpo extraño en el ojo.
TIPOS:
Existen
más de 20 tipos distintos de distrofias corneales, que se agrupan
normalmente en tres categorías, según la capa de la córnea que se
ve afectada.
- Distrofia corneal anterior o superficial. Afecta a las capas más exteriores de la córnea: el epitelio y la membrana de Bowman.
- Distrofias corneales estromales. Afectan al estroma, la capa intermedia y más gruesa de la córnea.
- Distrofias corneales posteriores. Afectan a las zonas más internas de la córnea: el endotelio y la membrana de Descemet. La más común es la distrofia de Fuchs.
TRATAMIENTO:
El
tratamiento de la distrofia corneal dependerá
del tipo y de la gravedad de sus síntomas. En ausencia de síntomas,
el oftalmólogo controlará la enfermedad para ver si evoluciona. En
otros casos, puede ser necesaria la administración
de gotas, pomadas o
incluso la realización de tratamientos
láser.
Muchas
personas afectadas por una distrofia corneal sufrirán erosiones
corneales en
repetidas ocasiones. Este tipo de afectación puede tratarse
mediante antibióticos, gotas
lubricantes, pomadas o lentes
de contacto blandas especiales para
proteger la córnea. Si la erosión persiste, pueden valorarse otras
opciones terapéuticas, como el uso de la terapia láser o
una técnica de raspado
corneal.
En
casos más graves, puede ser necesario un trasplante de córnea (o
queratoplastia), mediante la cual se sustituye tejido corneal dañado
o enfermo por tejido corneal sano de un donante. Hoy en día estamos
realizando trasplantes de córnea parciales, por lo que somos capaces
de sustituir solo la parte dañada de la córnea y preservar el resto
si está sano. De esta forma se minimizan los riesgos, tanto
operatorios como de un posterior rechazo además de que se acelera la
recuperación visual. En el caso de las distrofias endoteliales (como
la de Fuchs), se realiza un trasplante
parcial solo de la capa posterior (o queratoplastia endotelial).
Los
trasplantes de córnea, a pesar de estar en el último escalón
terapéutico, han demostrado ser un procedimiento muy beneficioso en
pacientes con poca visión, cuyas córneas están considerablemente
dañadas por culpa de una distrofia corneal.
Comentarios
Publicar un comentario